Nos vamos arrugando como pieles viejas de paredes sin cuidado. No hay que mirarse, pero quien nos ve observa nuestro cambio. Todas las pieles fueron en algún momento tersas y lisas, brillantes y agradables. ¿Quién dijo que una arruga puede ser bella? ¿Domínguez? Tal vez este sea un mal ejemplo de su idea en el diseño?