Hay estampas urbanas que hablan por sus dueños, que reflejan formas de ser, de sentir, de pensar, de colorearse ante la vida. Decorar una ventana como esta y tras enmarcarla poner debajo una especie de banco para sentarse a contemplar la vida es una decisión ante la vida. Nada es casualidad.Todos los decorados de la vida, incluso los naturales o los que parecen que vienen con el equipo vital para sobrevivir, son elegidos, marcan los tempos, tienen una explicación si se quiere dar. La casualidad no existe ni por casualidad.